Iracundas palabras se incrustan en los labios
verdaderos estallidos de tormenta
en las piernas de la inmensa cola de un registro fantasma.
Esperamos con nuestras credenciales pertinentes.
Estás a punto de servir de plato a las fieras misteriosas,
que hay detrás de: “Buenos días”, “¿Qué desea?”, “Lo siento aquí no podemos ayudarle”.
Estás revelando cuánto de ti se yergue en la pobreza de tus manos
cuántas manos quisiste ser, cuánto el tiempo producido.
Después te preguntarán sobre lo que no conocías haber vivido.
Casi un preso con libertades, pero identificado en un sistema hambriento
de hombres lobo sin luna llena.
Elena Conchello.
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Ola! bom conhever seu blog. Abraço...
ResponderEliminarYa sabes, amiga: "VUELVA USTED MAÑANA". Aquí trabajamos para alimentar políticos corruptos y administraciones gigantescas e incompetentes. Un abrazo.
ResponderEliminarEs cierto, una pena, pero es verdad. En lugar de ir a un sitio dónde buscar una ayuda o solución, parece que vamos a un juicio..
ResponderEliminarBuena reflexión y un texto bonito en calidad literaria. besos.
Gracias Suso por tu paso por el blog, te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Mateo, espero que muchos trabajemos para alimentar otros mundos posibles, otros mundos que ya se construyen...
ResponderEliminarUn abrazo.