Eres la llave que cierra los cadáveres de todas mis memorias
sombrero al pasar que tiende su ala más sombría
canal entre las calles más remotas.
Contigo escapé del sabor de los ventanales en mis labios
y el corazón en la radiografía atroz del tiempo.
Cumples los años de un navegante, sin término, ni destino
sabes que la vida es cuanto se goza de ella,
catalejo al hombro y rumbo a barlovento
eres la medianía que se extiende en el escritorio
y prefiere confabular a la flaqueza en un viaje de criaturas vivas.
Brazo compañero con el que me echo a andar
y vivo sus aventuras.
Elena Conchello.
domingo, 10 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Helena. Bello poema. Te dejo la dirección del nuevo blog de Menassa por si quieres seguirlo. Un abrazo
ResponderEliminarhttp://menassapremionobel.blogspot.com
Un poema muy personal, no conozco a Manuel, pero con tu poema lo he sentido cercano, no sé, será por que yo, pirata empedernido, también soy un navegante sin destino. Como siempre compañera, me gusta como escribes, tienes tanto que contar, haces sentir tantas cosas...
ResponderEliminarMe quedo con:
"Sabes que la vida es lo que se goza de ella"
Sencillamente fantástico
Querido Juan Antonio, la cita es de Quevedo,sólo él es capaz de decir así de un soplo, qué es la vida.
ResponderEliminarUn abrazo,gracias por tu compañía, hasta pronto.
Gracias Alejandra, maestra.
ResponderEliminarSigo el blog del candidato Nobel, ¡todos a una!, besos.
Y no sé qué decir
ResponderEliminarsoy estudiante de Letras Hispánicas
y no sé qué decir
en México hace frío y hace sangre en las piedras
en la memoria que es una gran piedra hace
tiempo que la primera imagen de tu poema golpea
en las paredes de mí
y te escribo
y no sé qué decir.
Jorge Leroux