domingo, 13 de noviembre de 2011

Sueño XXXIV

"Si tu pudieses saber a través de mí...entonces aprende de mí, que tuve que permanecer totalmente expuesta y perder todas mis maletas con sus iniciales grabadas"

Clarice Lispector del libro La pasión según G.H.



A ciegas, en la inmensidad de las calles
con mi piel a cuestas.

¿Cuánto lejos puedo escuchar?
¿Cuáles fueron los intersticios por dónde escapé de él?

La luz que procedía de lo que antes se anclaba a mis pasos,
hoy es inmensamente frágil.
¿Dónde debo derramarme para dejar de ser quien era?

Para qué volver atrás si mi tren ha partido en marcha y conmigo en sus baúles.
Para qué salvarte si ya eres mi brazada más salvaje contra la vida.

Afróntame sin cuerpo, sin ideales.
Afróntame vacía para que vuelva a llenar mi equipaje.

Elena Conchello.

martes, 1 de noviembre de 2011

Sueño XXXIII

Hay días donde todas las verdades del hombre, aúllan sin piedad en mi mente y sólo me dejan un despertar vencido por la fuerza de su mensaje.


Ni tan sólo un ruido al marcharte
sólo un atrás en adelante
como quien nadara sin corriente,
huecos intentos de una orilla a otra
eres otro que jamás alcanzaré.

Despierto lentamente
en este laberinto donde un para siempre nos dejó sin frutos.
No sé decirte,
cuales ramas de mis huesos se han secado
cómo me podré ayudar,
hacer ese gesto con simpleza
y no caer en ningún nuevo juego
seguir ardiendo de las ramas secas
y limpiarme los sentidos de estos ojos muertos.


Elena Conchello.