lunes, 15 de marzo de 2010
Sueño XII
Donde ni el cielo se asoma,
ni se atiene a las consecuencias
de lo que ocurre en las sombras,
juego a casi nada y apuesto mi bolsillo
en las delicadas costuras,
este buscar incluso en el té hirviendo
hacia donde yo no quiero, hacia donde no tengo.
Recogerte entre mis manos,
lavarte las tildes del teclado
aunque lo que tú seas
viva en el vacio de mi garganta
y se pierda en el habla,
aunque los sueños agoten espacios y palabras
en el lenguaje de las cosas sin importancia,
en accidentes pequeños, cuando veo pasar
tu rostro dentro de una nube
y saben mis labios a fuga y a velocidad, sin mover mi cuerpo.
Elena Conchello.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Si alguna vez me pierdo
ResponderEliminarEn el regazo tibio
De una mujer soñadora
Si alguna vez encuentro
La dulce esperanza de su piel
No me busques, pues
Estaré en mi lugar recordado
Donde se beben los sueños
Donde se saborean las almas
Y se acarician los suspiros.
Después de un tiempo de olvido y lejanía, vuelvo a buscar los poemas a través de la pantalla, y era inevitable pasarme por aquí, para leer a una de mis poetas favoritas, y me encuentro con un nuevo sueño, el sueño de la poesía pura, el sueño de la construcción literaria más sentida, la busqueda de uno mismo desde sus entrañas y hasta el mundo con todos sus horizontes posibles. Me encantó el poema compañera, es magistral. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre serán recibidas con especial cariño tus palabras compañero, respiro en tu blog la identidad de los rostros del mañana abiertos a una comprometida escritura, un beso y gracias por volver.
ResponderEliminarDe Luis Cernuda, este poema titulado Desdicha, para mi amigo Navegante.
ResponderEliminarUn día comprendió cómo sus brazos eran
solamente de nubes;
Imposible con nubes estrechar hasta el fondo
un cuerpo, una fortuna.
La fortuna es redonda y cuenta lentamente
estrellas del estío;
hacen falta unos brazos seguros como el viento,
y como el mar un beso.
Pero él con sus labios,
con sus labios no sabe sino decir palabras;
palabras hacia el techo,
palabras hacia el suelo.
Y sus brazos son nubes que transforman la vida en aire navegable.
Si alguna vez me pierdo, y haya otros en el camino, prenderé las velas de mi viaje hacia una tierra líquida llena de atardeceres.
Como me he decidido tarde a comentar, aunque he leído varias veces este sueño-evocación un poco triste, y hay un comentario -el de Juan Antonio- que refleja bien lo que pienso, me limito a suscribirlo. Veo que hay un nuevo sueño. Lo leeré más veces antes...soy torpe. Un abrazo. Es posible situar la creación de estos sueños en el tiempo o es demasiada curiosidad? Un Abrazo.
ResponderEliminarHola Mateo, creo que la poesía está fuera del tiempo lógico, sólo existe para el que la lee y en ella se adentra, todo sueño revela otro tiempo, un tiempo que existe en el inconsciente de las palabras, que posibilitan combinaciones nuevas. Las palabras se dicen entre sí...
ResponderEliminarEternamente agradecida por tus preguntas y tu tiempo poético de lectura, hasta pronto.