domingo, 31 de julio de 2011

Sueño XXXI

Quedar despierta en las iniciales
absorber una pequeña porción de agua.

Quedarse quieta.
Beber sin miedo del hedor peligroso de los huesos.

No precisar cuándo.
No precisar.

Acogerme a este descanso
a esta engañosa elucubración del tiempo.

¿Y ella?

Ella sigue atrapada
entumecida por la luz
acobardada para el futuro.

A veces es lo perdido
lo indefinido que me rodea
y no recuerdo su nombre
no recuerdo sus símbolos.

Y busco en la carne su inclinación
y no repetirla
y servirla con mi propia vida.


Elena Conchello.

4 comentarios:

  1. Me lo llevo a Arte y Poesía, con tu permiso. Pongo enlace a tu blog. Un abrazo.

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  2. Hola Elena. Bellísimo poema. Asocié a "ella" con la mujer interior, la esencia. Encontrarla a ella no es fácil, a veces, como dicen tus versos, no la recordamos, y queda atrapada, acobardada para el futuro.
    Llegué desde el blog de Mateo y a partir de ahora te sigo.
    Un abrazo!

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  3. Hola Ana, bienvenida a este blog y gracias por tu lectura.
    Algo de la mujer queda rezagado esperando un no sé qué, cuando solo hay que continuar, continuar escribiendo cada día.

    Un abrazo.

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  4. Un abrazo Mateo, gracias por tu compañía.

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