sábado, 5 de junio de 2010

Macbeth

“La vida es una sombra tan sólo, que transcurre; un pobre actor que, orgulloso,
consume su turno sobre el escenario para jamás volver a ser oído.
Es una historia contada por un necio, llena de ruido y furia, que nada significa”

Macbeth


Artificios sobre el suelo;

un tablón de humilde madera y seis taburetes oscuros
claridad sobre las bocas de los muertos que divagan
acechando el corazón y el suspiro de lo no muerto.
Armaduras y abrazos como pieles desnudas
sobre el lienzo de un mundo en decadencia.

Vírgenes luctuosas despeñando el odio
de los murciélagos y los abruptos caminos del pasajero.
Fanáticos cuerpos de extrema lujuria
y de un lenguaje sin mirada.

Señuelos para un extenuante viaje consumándose
a través de la cólera y las sepulturas.

Se abre el látigo a la caricia del mortal amante.
Se abre nuestra espina,
mi mano, sobre la voz seca de los cadáveres.


Elena Conchello.

(Palabras, después de la representación de Macbeth, a cargo de Declan Donnellan en Madrid, por su compañía Cheek by Jowl.)

6 comentarios:

  1. Hola Elena,que hermosas letras las que hoy plasmas en esta entrada,es un placer pasar por este tu sitio y recorrerlo,pasare mas seguido a visitarte,si quieres venirte por Peregrino de Sabiduria para sembrar y cosechar algo, bienvenidos encontraras en la puerta de entrada,un abrazo y hasta pronto...

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  2. La palabras de la introducción son muy interesantes. Hacen reflexionar y realmente somos eso, muy poca cosa y durante tan poco tiempo.
    Un abrazote.

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  3. Hola Lely, gracias por esa puerta de entrada que me abres, te sigo, un abrazo.

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  4. Hola José, una alegría leerte en esta ventana, somos eso y todavía, un eco, si la palabra nos sobrevive.

    Gracias por estar aquí.

    Un abrazo.

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  5. Hace mucho que no leo Macbeth, pero, por lo que recuerdo, evocas acertadamente ese ambiente de muerte, ambición y hado ineludible en que se encuentran prisioneros sus personajes. Un abrazo.
    Aprovecharé para volver a leerla.

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  6. Es fantástico como Shakespeare, nos recuerda que somos límites, y sin límites, el hombre es una criatura deshumanizada...también la leí antes de ir a la representación, y ha sido un viaje certeramente compartido con actores, autor y lectura... un abrazo Mateo, y gracias por continuar conmigo.

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